¿Cómo lograr la autogestión de tus empleados?

La autogestión es una habilidad clave de los profesionales modernos. Más allá de fomentar su productividad, consiste en una herramienta de ordenamiento personal que promueve el equilibrio emocional, las buenas prácticas laborales y una adecuada gestión del tiempo.

En efecto, mantener a los colaboradores motivados y enfocados en el trabajo es un gran desafío, principalmente, si consideramos que las personas están cada vez más exigentes y atentas a las políticas corporativas en pro de la autonomía, del bienestar y del crecimiento de su plantel. 

Una empresa cuyos esfuerzos de gestión de talentos incluyen el incentivo a la autogestión tiende a formar equipos mucho más colaborativos, comprometidos con los objetivos tanto individuales como grupales y satisfechos con su trabajo.

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¿Qué es la autogestión?

Hasta hace algunos años, la gestión corporativa era rígida, enfocada en la figura de un líder autocrático y único responsable de asignar tareas a sus subordinados que, a su vez, se dedicaban a cumplir rigurosamente su función. 

Hoy en día, gracias a la aparición de nuevas tecnologías, a la era de la información y a las nuevas metodologías laborales, la mayor parte de las empresas nutre una postura más orgánica, a favor de la delegación de tareas, de la adaptabilidad de la jornada y de la autogestión laboral.

En esencia, la autogestión es un proceso centrado en la autonomía laboral cuyo objetivo es procesar las emociones y las impresiones en beneficio de un mayor equilibrio tanto personal y funcional como profesional.

Esto quiere decir que la autogestión es un poderoso elemento en las organizaciones, ya que abarca muchísimas competencias como organización, puntualidad, comunicación, iniciativa, autodeterminación y disciplina. 

Estas habilidades blandas son cruciales para la estructuración de equipos eficientes, con profesionales capaces de maximizar su productividad y de alcanzar sus objetivos manteniendo el equilibrio emocional, mental y físico.

En otras palabras, la autogestión es la capacidad individual de administrar las emociones y los pensamientos para controlar nuestras acciones, lo que aumenta la probabilidad de cumplir con los objetivos profesionales y/o personales.

¿Por qué es importante la autonomía en el trabajo?

La autonomía consiste en el nivel de libertad que el profesional tiene para resolver problemas y tomar decisiones acerca de la planificación, organización y ejecución de sus actividades laborales. 

Como dijimos anteriormente, la autonomía impulsa a los trabajadores a autogestionarse. En conjunto con otras competencias, la autonomía crea un entorno favorable a la maximización de la eficiencia y de la productividad. ¡Esto no es todo!

Al estructurar medidas en pro de la autonomía, la empresa obtiene una serie de beneficios, como:

• Aumento del compromiso del plantel;
• Fortalecimiento del sentido de pertenencia de los colaboradores;
• Mejora del desempeño y del rendimiento laboral;
• Disminución del ausentismo;
• Reducción del estrés y de las enfermedades psicosomáticas;
• Atracción y fidelización de los mejores talentos;
• Optimización del clima laboral.

Bajo la óptica de los profesionales, promover la autonomía es una forma de la empresa hacerles saber que confía en su capacidad, valora su trabajo y entiende que su desempeño es clave para la continuidad y el éxito corporativo. 

Asimismo, impulsa una perspectiva optimista sobre el porvenir de su carrera y minimiza los riesgos psicosociales que inciden negativamente tanto en la salud física, mental y emocional de las personas.

Así pues, ante la mirada de los talentos, la autonomía les motiva a entregar su mejor versión y fomenta su satisfacción laboral, por lo que tienden a mantenerse fieles al plantel de la compañía.

Pero, al final, ¿qué acciones podemos poner en marcha para fomentar la autonomía entre los colaboradores?

• Proporcionar herramientas que faciliten sus tareas impulsando así, la automatización y la digitalización;
• Incentivar la creatividad;
• Fomentar la comunicación bidireccional;
• Dar a conocer los objetivos estratégicos;
• Contratar profesionales con un buen nivel de conocimientos y experiencia en su área de actuación.

¿Cómo lograr la autogestión de sus empleados?

Tras abordar la esencia de la autogestión y la importancia de la autonomía en las organizaciones, es hora de centrar nuestra atención en las medidas que se pueden llevar a cabo para promover la autogestión de los colaboradores:

1. Analice el panorama organizacional

Antes de incorporar medidas que estimulen la autogestión, es clave que los gestores conozcan a detalle la realidad de su área, la calidad y la eficiencia de los procesos, así como las características y las competencias de todos los profesionales de su equipo.

Al investigar minuciosamente estos puntos, los líderes puede obtener mucha información relevante sobre el departamento y el perfil de sus liderados. Asimismo, pueden encontrar cuellos de botella que limiten la autogestión, los buenos resultados del grupo, así como la eficiencia de su liderazgo y la capacidad de fortalecer la autonomía de los integrantes de su equipo.

2. Defina límites

Es importante que el gerente fomente la autonomía sin perder cuidado de los límites. Estos implican establecer objetivos, definir un camino y estructurar medidas que permitan a los colaboradores trabajar autogestionando sus actividades en aras de alcanzar los objetivos y los resultados estratégicos del negocio.

3. Fomente la buena comunicación

Si quiere que sus colaboradores autogestionen su trabajo y alcancen una mayor productividad, necesita estimular la comunicación bidireccional. 

Además de favorecer el intercambio de información entre los colaboradores y el entorno colaborativo, la comunicación bidireccional posibilita que los colaboradores resuelvan sus dudas antes de tomar decisiones o ejecutar ciertas acciones. Por ende, impulsa el buen rendimiento y la mejora de los resultados.

Asimismo, mantener un contacto fluído con los líderes del equipo permite a los trabajadores aportar feedbacks valiosos sobre sus impresiones, sobre sus limitaciones y/o debilidades. Esto es fundamental para que el gestor conozca más detalles sobre el perfil del colaborador y su nivel de autonomía.

4. Confíe en la tecnología y en los nuevos métodos

La automatización de los procesos y la digitalización de los datos son medidas esenciales en materia de autogestión.

Al contar con herramientas que facilitan su trabajo, los profesionales pueden administrar su agenda de manera más efectiva, organizar sus actividades y mecanizar una serie de tareas disminuyendo así, la carga de trabajo manual.

Asimismo, el uso de sistemas como de control de gastos y de viajes corporativos simplifica el registro de datos y proporciona informes actualizados disminuyendo así, los errores, las ineficiencias y los obstáculos derivados de una decisión equivocada.

¡Terminamos!

La autogestión se ha vuelto una condición básica para el desarrollo, el crecimiento y el éxito corporativo, pues no solo fomenta la eficiencia y la productividad de los trabajadores, sino que también impulsa su satisfacción en el trabajo. Por ende, favorece a que las personas se sientan valoradas al punto de mantenerse fieles al plantel.

Para promover la autonomía y, por consiguiente, la autogestión en los equipos, es recomendable que el gestor conozca la coyuntura de su departamento, establezca límites, priorice la comunicación e integre herramientas que permitan a los colaboradores administrar su rutina y apalancar sus resultados.

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