7 incentivos no monetarios para motivar a tus colaboradores

Para muchos, no hay nada tan eficiente para la motivación laboral como un aumento de sueldo o una bonificación extra. Y aunque sí son buenas recompensas, existen varios incentivos no monetarios que pueden ocasionar un efecto similar o incluso mejor en los colaboradores. 

Sin embargo, hay tantas maneras de ofrecer un incentivo no monetario, que elegir entre ellas, puede ser un poco complicado. 

Por eso, aquí le mostraremos 7 formas de motivar a su personal sin utilizar el dinero como premiación. Además, verá la mejor manera de aplicar cada una, junto con varias consideraciones antes de hacerlo.

1. Descansos en jornada 

Aunque en la gran mayoría de legislaciones laborales el descanso es obligatorio, otorgar más tiempo en cada uno de ellos o hacerlo más veces al día, puede marcar la diferencia. 

Contrario a lo que se podría pensar, no se trata de una actividad contraproducente. Aunque en el tiempo de descanso no habrá producción, servirá para que el colaborador pueda despejar su mente, reorganizar sus ideas y retomar sus tareas con una mejor actitud.

Además, al optimizar la experiencia del empleado, sentirá que valoran su bienestar por encima de lo que puede aportar. Esto, a su vez, lo motivará a retribuir ese beneficio y lo hará procurando cumplir con sus funciones de la mejor manera posible y en el menor tiempo.

No es necesario recurrir a descansos muy prolongados muchas veces al día. Por lo general, 10 minutos cada dos horas, debería ser suficiente. Claro que, cuando el día sea muy ajetreado, puede darse un poco más de tiempo para disminuir los niveles de estrés.

2. Flexibilidad en el horario

Empresas como Netflix han empezado a aplicar esta práctica al 100%. Básicamente, los colaboradores eligen su propio horario y no tienen límite en la cantidad de días de vacaciones que soliciten.

Sin embargo, para quienes nunca han implementado este método, no es necesario recurrir a él de forma abrupta.

Los líderes pueden darle la oportunidad a los colaboradores de establecer un horario tan conveniente para ellos, como para la empresa. La gerencia puede determinar ciertas horas en las que es posible ser flexibles y otras en las que no. 

Incluso, no está de más sustituir algunas actividades dentro del entorno laboral, por trabajo remoto, con una fecha límite. Así, el colaborador decide cuándo y dónde realizar las actividades que le correspondan, siempre que las termine a tiempo.

3. Celebraciones 

Otra técnica bastante común, se trata de invitaciones a comer, reuniones dentro o fuera del trabajo, fiestas, salidas a sitios nocturnos, entre otros. Este tipo de festejos o celebraciones son el método ideal para motivar y establecer mejores relaciones entre compañeros y líderes.

Por supuesto, deben ser encuentros donde no se discutan temas laborales más allá de alguna mención por reconocimiento y han de ser patrocinados por la empresa.

Varias compañías optan por celebrar solo ocasiones especiales. Sin embargo, no debe ser una limitante. Pueden ejecutarse con cierta frecuencia establecida, tal vez una vez al mes o cada tres meses.

4. Palabras de gratitud

A pesar de que las palabras no sean un regalo o invitación costosa, en definitiva, son de los incentivos no monetarios más indispensables para cualquier empresa. Es muy importante demostrar gratitud con palabras por el esfuerzo realizado por tareas grandes o pequeñas.

Es posible hacerlo mediante una publicación en las redes sociales, una mención especial frente a todo el personal e incluso en un agradecimiento privado.

Las maneras de ejecutarlo son muchas, pero siempre se debe tener en cuenta un aspecto: la honestidad es valiosa. Las palabras no pueden ser vacías ni demasiado rebuscadas; en casi todos los contextos, basta con reconocer con amabilidad y agradecer el esfuerzo, la dedicación y los resultados.

5. Regalos personalizados

Se tratan de presentes pensados exclusivamente en la felicidad de un trabajador en particular. Para ello, es indispensable conocer sus gustos y preferencias. Si no se tiene del todo claro, una buena idea es preguntarle a su compañero más cercano. 

Pueden ser tarjetas de regalo, boletos para un concierto o partido, un dispositivo inteligente, una membresía, entre otros. Y, aunque suene un poco obvio, no debe ser nada fuera de lugar ni que dé espacio a bromas.

A diferencia de las celebraciones mencionadas anteriormente, los regalos son para una ocasión en particular. Comúnmente, se otorga cuando un proyecto largo alcanza un gran éxito. Así, la persona involucrada, siente que su trabajo fue valorado y se motiva para el próximo.

6. Acceso a servicios extras

Los servicios extras, usualmente, no se tratan como una recompensa después del esfuerzo, sino como una motivación previa al mismo. Es decir, son incentivos no monetarios que están implícitos en las políticas de los beneficios del personal.

Se puede tratar de guardería, seguro médico para el trabajador y sus familiares cercanos, escolaridad para los hijos, transporte, comida dentro de las instalaciones de la empresa, entre otros. 

7. Días libres fuera de lo planificado

Así como los pequeños descansos entre jornadas laborales, un día libre extra puede ser muy conveniente. Lo ideal es ofrecerlo después de que un equipo o colaborador hayan estado semanas en un proyecto, en el que se necesitó más tiempo y esfuerzo de lo normal.

En ese sentido, también es válido ofrecer más días o semanas de vacaciones, si se solicitan por paternidad.

De preferencia, los días extras que se proporcionen, también deben ser remunerados. Aunque no sea una obligación, ofrecer un descanso sin paga, puede ser de mal gusto.

Más que incentivos no monetarios 

Los incentivos no monetarios, aquí mencionados, son los más comunes. Sin embargo, no existen límites en cuanto a lo que se puede ofrecer a un colaborador para afianzar su motivación laboral. 

En líneas generales, basta con que le represente un beneficio en su cotidianidad o lo ayude a elevar su nivel de felicidad en el trabajo. Por eso, si tiene otra idea profesional, ¡no dude en aplicarla!

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