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Reestructuración empresarial: qué es y cómo hacer con éxito
Tanto las pequeñas y medianas industrias como las organizaciones más grandes, siempre cuentan con una oportunidad de futuro en las operaciones de restructuración empresarial.
¿La razón? Dichas acciones brindan la posibilidad a las empresas de mejorar su condición y diversificar el riesgo, así como ser sostenibles y crecer para volverse mucho más robustas.
De igual manera, las restructuraciones son necesarias en momentos en los que las empresas han acumulado patrimonio como consecuencia de las turbulencias que se pueden experimentar.
En el siguiente post, le contaremos todo lo que tiene que saber sobre la restructuración empresarial, qué es y cómo hacerla con éxito.
¡Vamos adelante!
¿Qué es una restructuración empresarial?
De acuerdo con la definición técnica de economipedia.com, la reestructuración empresarial constituye el proceso mediante el cual una organización pasa por una transformación, adaptándose a un nuevo modelo que anteriormente era desconocido para ella.
La finalidad de la reestructuración empresarial es fomentar una mayor competitividad, así como también garantizar el funcionamiento a futuro de la compañía.
Este procedimiento casi siempre suele ir de la mano de procesos que son muy complicados para la organización. Es más, lo normal es que dicha transformación sea motivada por una situación de conflicto.
Tipos de reestructuración empresarial
Un proceso de reestructuración empresarial se lleva a cabo con la finalidad de adoptar un nuevo modelo de negocio, debido a un escenario en el cual el aplicado en la actualidad no funciona correctamente o se prevé que no funcionará bien en el futuro.
No obstante, no significa que se deba cambiar absolutamente todo en el momento en el que una empresa inicia este proceso.
Es decir, aun cuando la reestructuración hace referencia a cambios generalmente grandes, estos pueden ocurrir en puntos específicos que se consideren estratégicos, con la finalidad de adoptar un modelo nuevo de negocios.
Frente a ello, la reestructuración empresarial se puede clasificar de acuerdo con el punto afectado. ¡Tome nota!
- Reestructuración interna: esta tiene como finalidad provocar una mayor eficiencia en el funcionamiento de los departamentos.
- Reestructuración tecnológica: dicha reestructuración busca adaptarse a los nuevos cambios que se producen en el sector.
- Reestructuración financiera: es una de las más comunes. Esta busca adaptar a la organización en lo que tiene que ver con el ámbito financiero, lo cual implica una reestructuración de todas las cuentas de la empresa.
¿Cuáles son las causas de la reestructuración empresarial?
En este punto es bueno que entendamos que son muchas las causas por las que una compañía requiere una reestructuración empresarial.
No obstante, ya sea por causas internas o externas, es preciso estar muy atentos a los indicadores que salen a la luz dentro de nuestra organización, ya que la adaptación es la clave en la gestión empresarial.
Dicho esto, hay que puntualizar que la empresa puede requerir estructuración por dos motivos fundamentales, que se los explicaremos a continuación:
1. Causas externas
Las causas externas que pueden provocar una reestructuración empresarial van desde las económicas y legales hasta las competitivas, sociológicas y tecnológicas.
2. Causas internas
Las causas internas que pueden motivar a una reestructuración empresarial pueden variar, desde las carencias o deficiencias en equipos y estructuras, hasta la confianza, capacidad de adaptación y rigidez.
Ventajas y desventajas de una reestructuración empresarial
Es importante entender que la reestructuración empresarial es un proceso nada sencillo de llevar a cabo. Frente a ello, siempre llevará consigo ventajas y desventajas que usted deberá asumir con entereza.
También es verdad que la acción en sí genera más beneficios que perjuicios, ya que la adaptación y evolución de la organización es esencial para evitar su estancamiento.
Veamos las ventajas a manera de tips:
- Competitividad frente a los competidores.
- Supervivencia de la organización.
- Optimización de todos los procesos.
- Reducción de los costes.
- Mantenimiento del patrimonio de la empresa.
- Mayor efectividad en lo que tiene que ver con la toma de decisiones.
- Mejora constante tanto del equipo como de la organización.
Mientras que las desventajas con las siguientes:
- Marco legal que podría hacer mucho más difícil el proceso.
- Existencia de grandes inversiones de partida.
- El proceso tiende a ser muy complicado.
- Muchos riesgos vinculados con la reestructuración.
Pese a todo esto, la realidad es que la reestructuración de la compañía es vital para garantizar su supervivencia a lo largo del tiempo.
¿Cómo hacer una reestructuración empresarial?
Los pasos que se deben seguir para llevar a cabo una reestructuración empresarial son básicamente tres. Entre ellos están el diagnóstico, el tratamiento y la recuperación y crecimiento.
Vamos a detallar cada uno de ellos a continuación:
1. El diagnóstico de la situación
Esta fase del proceso tiene que ver con el hecho de conocer bien cuál es el problema que enfrenta la organización.
Asimismo, es preciso desarrollar una relación de los puntos débiles de la compañía y los medios que tienen como objetivo corregir la situación.
2. Tratamiento del problema
Esta parte es la más complicada, así como también la más larga de todas, debido a que, una vez que se identifican los problemas de la compañía, procedemos a tratarlos y corregirlos.
Lo extenso del proceso se debe a que es el momento en que se ponen en marcha los mecanismos seleccionados para corregir todos los problemas que han sido detectados.
3. Recuperación y crecimiento
Esta es la última etapa y llegar hasta acá no es nada fácil. Se considera que nos encontraremos en esta fase sólo cuando las estrategias aplicadas hayan tenido éxito.
Si las acciones han sido bien aplicadas y se han corregido con efectividad, es hora de volver a evaluar la situación.
La idea es desarrollar métricas y sistemas de control con la finalidad de gestionar el cambio y gestionar muy bien su evolución.
¡Es todo!
Esperamos que a estas alturas ya tenga claro qué es una reestructuración empresarial y cuándo es necesario llevarla a cabo. Lo fundamental es pensar bien cada paso y tomar las mejores decisiones.
Si le ha gustado el tema y quiere aprender mucho más, le invitamos a agendar una cita con nuestro grupo de expertos. ¡Estamos listos para apoyarlo!