Crecimiento y Optimización
¿Qué es la integración de sistemas y por qué es importante?
La integración de sistemas es una expresión directamente vinculada a la forma cómo se gestionan y organizan tanto las organizaciones públicas como privadas.
En virtud del rápido avance de la tecnología, del fomento a la innovación y de la irrupción de nuevas metodologías, tendencias, así como de estrategias, es cada vez más importante sincronizar el trabajo de los diferentes sectores corporativos.
Además de ser un aspecto decisivo para una correcta gestión estratégica, la sincronización de las actividades es clave para promover la productividad y la eficiencia de los profesionales.
Una de las maneras más efectivas de promover el equilibrio y la sintonía entre las áreas de una empresa es a través de la integración de sistemas.
En esencia, la integración de sistemas demanda reunir elementos que se relacionan o interactúan con la finalidad de estimular el cumplimiento de los objetivos y el alcance de los resultados corporativos bajo diversas ópticas como calidad, seguridad, rentabilidad, medio ambiente, etc.
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¿De qué se trata la integración de sistemas?
En términos prácticos, definimos a la integración de sistemas como la conexión entre varios sistemas, una herramienta que posibilita mejorar el trabajo de los profesionales en el medio corporativo.
Aliada de las organizaciones y a favor de la optimización del flujo de trabajo gracias a la automatización de los procesos, la integración de sistemas proporciona un impacto positivo en todos los campos del negocio, incluso, en el área de servicio al cliente.
Al integrar los sistemas, las empresas promueven una interacción más robusta entre sus diversas plataformas y herramientas.
Es importante tener en cuenta que esta integración acapara una serie de operaciones, tecnologías, así como la arquitectura de la información y la inteligencia de datos específicas de cada negocio. Por lo cual, la forma cómo se lleva a cabo la integración en cada empresa ocurre de manera diferente.
En cuanto a la finalidad de la integración de sistemas, el modelo unifica varios softwares de la empresa permitiendo así, integrar diversas áreas como compras, procesos y atención al cliente y, por consiguiente, actualizar en tiempo real los datos que circulan en el negocio.
Más allá de mantener la información actualizada, la integración de sistemas fomenta la disponibilidad de los datos, lo que conlleva a un rápido acceso a la información y, en consecuencia, una toma de decisiones más precisa y acertada.
Pero, al final, ¿cuál es la mejor forma de integrar sistemas corporativos?
En la actualidad, es más sencillo y fácil integrar los sistemas y las aplicaciones corporativas a través de la adopción de una plataforma digital que centralice los datos en un solo ambiente.
De hecho, este tipo de plataforma se puede añadir a la rutina del negocio sin la necesidad de sustituir herramientas, ya que su tecnología permite conectar sistemas separados manteniendo la fiabilidad de la información y haciéndola accesible para todos los departamentos del negocio.
Resumiendo, la integración de sistemas es un modelo que permite un intenso intercambio de información entre los diversos sectores facilitando de este modo, la gestión del negocio bajo diferentes perspectivas.
Además de favorecer el desarrollo de estrategias más efectivas, la integración de sistemas es clave para llevar la actividad operativa al siguiente nivel y, por consiguiente, fomentar la productividad de los equipos de trabajo.
¿Cuáles son los beneficios de la integración de sistemas?
A lo largo del apartado anterior, mencionamos algunos diferenciales derivados de la integración de sistemas, a continuación, entramos de lleno en los beneficios:
Mejora los procesos
La integración de sistemas simplifica y optimiza los procesos, dado que la ejecución se lleva a cabo de manera integrada y automática.
Reduce los costos
La estructuración de flujos automáticos disminuye los cuellos de botella y los errores vinculados a la intervención humana.
En consecuencia, es posible reducir los gastos inherentes al uso excesivo de recursos, a la repetición de tareas, a una toma de decisiones deficiente o a la puesta en marcha de acciones obsoletas/ innecesarias.
Incrementa el rendimiento
Es posible llevar a cabo las operaciones con mayor precisión, dado que los departamentos logran comunicarse mejor y mejorar la calidad de la medición de sus indicadores.
El manejo y el uso adecuado de los Key Performance Indicators (KPIs) o indicadores clave de desempeño repercute de modo expresivo en los resultados del negocio y en la eficiencia de los equipos de trabajo.
Potencializa la productividad
Al organizar los procesos y eficientar el intercambio de información entre los sectores empresariales, automáticamente mejoramos el panorama productivo.
En gran medida, esto se debe a la disminución en la cantidad de tareas manuales resultando así, en una reducción de la carga de trabajo de los profesionales y en la optimización de la gestión del tiempo.
El manejo adecuado de la agenda y el hecho de los profesionales poder centrar su atención en actividades que efectivamente demandan el componente cognitivo fomenta su concentración en tareas vinculadas al core de negocio y que impactan de forma decisiva en los resultados.
Promueve la excelencia y la mejora contínua
Hoy en día, una empresa enfocada en la mejora contínua necesita integrar sus sistemas, principalmente, para hacer frente a la gran cantidad de información que ingresa y circula en los sistemas.
En este sentido, la excelencia resulta de la búsqueda constante por la buena conexión entre los sectores y por la sincronía de los procesos, lo que confluye en el incremento del desempeño de los equipos en pro del éxito corporativo.
¿Cuáles son los principales problemas relacionados con la integración de sistemas?
A pesar de la importancia de integrar sistemas, si no estructuramos un plan de primera para migrar al modelo, es probable que aparezcan algunos problemas como:
- Diferencias o inconsistencias entre los sistemas que se quieren integrar en materia de alcance, estructura, falta de elementos de conexión, etc;
- resistencias de los colaboradores frente a los cambios como rechazo al sistema integrado y miedo a la pérdida de funciones asignadas anteriormente;
- falta de recursos de manera que la integración se convierta en un dolor de cabeza;
- aumento de la burocracia y percepción de rigidez;
- falta de entrenamiento y capacitación, así como de una cultura que abrace los cambios.
Para evitar este tipo de inconveniente, lo ideal es contar con un equipo de expertos que pueda ayudarle a dar todos los pasos en pro de la integración de sistemas optimizando no solo su tiempo, sino que también su presupuesto.
¡Hemos finalizado!
La integración de sistemas se ha vuelto una necesidad para las organizaciones modernas que desean crecer, superarse y alzar vuelos cada vez más altos en el mercado.
Además de fomentar la eficiencia operativa y productiva, conectar los sistemas es clave para promover procesos efectivos, atender las demandas de los diferentes públicos y mejorar el posicionamiento de la empresa en el mercado.
¡De ahí la importancia de fomentar la integración adoptando un sistema de punta!
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